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1
Diógenes sólo le quedaba la tesis y se
preguntó: ¿Para qué poronga estoy haciendo esta carrera garcha de pendejitas
boludonas viejas culorrotas y putarracos con afán de autoridad civil? Y mandó
todo a la reconcha de su reverenda madre.
Juro,
fue así.
D
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2
iógenes estaba en la plaza y de pronto cayeron
unos pendejitos vestidos de punkies con remeritas negras con una foto de él,
del sabio canino, a pedirle que les firmara algo, que loco mata tu onda, man
sos lo más y así. Diog. que estaba leyendo “Lo que más me gusta es rascarme los
sobacos” de Bukowski y pensaba este borrachón capitalista reventado es otra
garcha más del márquetin de mierda de los yonis, sacó la japi de una y les
llenó la trucha de meo a los rebeldes bancaditos por mami, y éstos no dudaron
(habían sido skindheads a los 17), sacaron cadenas agujas puntas navajas y se
le tiraron encima al viejo Diog. Suerte que Platón (que en el fondo lo quería,
porque como todos los griegos, querían sin tener amigos, porque lo único que amaban
era a la verdad (y a la garcha)), los vio y les soltó los dogos, los dogos
argentinos de la República ,
y no quedaron ni los jopos de los pobres punks falderos-pesados.
Me
debés una, che culia’o, le dijo.
Así
fue.
P
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3
ero Diogi buscate una mina dejate de joder
pegate un baño hay un laburito en la muni para limpiar los baños, o el pollero
al que le compraste el pollo pelado vivo, dice que te banca que necesita un asistente
para hacer el corte Mar del Plata, eso sí después tenés que baldear, y
presentarte a las 8 mañana. Chupame un rato la garcha Alejandro y pasame un
cacho de tu bronceador, gil. ¿Los fabricás en tu empre, no?
Y
correte. Me estás tapando. Vos y el nomos son la misma chotada.
S
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4
e acercan con libritos en las manos unos
pendejos medio gilipollas que están en primer año de filosofía:
– ¿Escribís para levantar minas Diógenes?
–No pelotudo, no escribo.
(Ese era Sócrates me parece dícele uno al
otro al oído y vanse con el rabo del rabioso entre las patas.)